En este artículo anterior se mencionaban algunas ideas sobre cómo ayudar a superar los obstáculos para poder realizar los cambios en la vida que permiten disfrutar de una mejor salud. Otro de los obstáculos que no se mencionaba en dicho artículo y que querría compartir en el presente artículo, es nuestro subconsciente.
En el subconsciente residen las creencias, las costumbres, y todas los comportamientos automáticos que hemos aprendido principalmente durante nuestra niñez. Como el Dr. Bruce Lipton explica en sus libros “Biology of Belief” and “The Honeymoon Effect”, el 95% del tiempo nuestro subsconsciente es el responsable de nuestro comportamiento.
Si no consigues seguir una dieta o hacer los cambios que te gustaría en tu vida, puede ser que el subconsciente esté boicoteándote con ideas contrarias a las que persigue tu consciente.
Vamos a explicar con más detalle cómo funciona el subconsciente y cómo superar este obstáculo.
En el subconsciente residen las creencias ancladas desde la infancia sobre nuestra alimentación, las cuales se han adquirido a través de:
Además, el olor que desprende la comida se dirige directamente a la parte subconsciente de nuestro cerebro, así que el sentido del gusto afecta a nuestras decisiones instintivas.
El subconsciente es también el que decide muchas de las acciones que tomamos respecto a la alimentación sin pensarlo, por ejemplo:
Querría añadir respecto a lo que compramos, que la mayoría de decisiones que tomamos en el supermercado son automáticas. La mayoría de personas compran prácticamente lo mismo durante muchos años. También compramos impulsivamente, es por esta razón que las estrategias de colocación de determinados productos, o la publicidad funcionan tan bien! Los anuncios, ideas repetitivas, se anclan en nuestro subconsciente.
Es curioso ver como nutricionista,, que el 90% del desayuno y comidas de una persona es la misma cada día! Por ejemplo, el desayuno, para una persona estará compuesta de café con leche y croissant cada día, cambiando sólo el tipo de pasta; para otra será zumo de naranja y cereales con leche, cambiando el tipo de zumo o los cereales; para otra será un yogurt con muesli y un té, y cambiará el tipo de té o el tipo de yogurt y el té.
Ciertos mitos clásicos, como por ejemplo el hecho de que se debe tomar leche porque es buena para los huesos, están fuertemente arraigados en nuestro subconsciente desde pequeños.
Cuando de forma consciente entendemos que estos mitos no son ciertos, se crea un conflicto entre nuestras creencias conscientes y subconscientes, lo cual no favorece de ningún modo a nuestra salud física y mental.
Ante este conflicto existen tres soluciones:
1)volvemos atrás en nuestras creencias conscientes,
2) tratamos de cambiar el subconsciente para que vaya en la misma dirección que nuestro consciente
3) reducimos el impacto del subconsciente
La primera solución no es posible, ya que una vez nuestra razón ha sido convencida que cuál es la verdad, será difícil de convencerla de que una idea errónea es la correcta. Así que es mejor la segunda opción, cambiar el subconsciente.
La tercera opción es lo que actualmente se conoce como “atención plena” o “mindfulness”.
Las ideas y pensamientos del subconsciente pueden cambiarse cuando se repite numerosas veces un cierto hecho (idea, acción). Al repetir de forma consciente un hecho, finalmente éste queda anclándose en el subconsciente. Es así como todos aprendimos las tablas de multiplicar, o a ir en bicicleta o conducir, o a cantar una canción.
Pero hace falta que el consciente pueda dominar nuestra mente para repetir este tipo de idea o acción, para lo que se necesita una gran fuerza de voluntad, cosa que no siempre es fácil.
Otra forma más fácil es imaginar mentalmente numerosas veces que se realiza esta nueva acción que se quiere incorporar en el subconsciente, utilizando meditación y/o visualización. Existen numerosas terapias que proponen una forma más directa y fácil de “reprogramar” o cambiar el subconsciente, entre ellas se puede destacar la hipnosis, PSYCH-K y EFT.
Mindfulness pretende que nuestros actos y decisiones sean realizados de forma consciente, de forma que se intenta evitar reaccionar de forma impulsiva e irracional. Se trata de controlar la mente para que siga los deseos del consciente.
Practicando la meditación consciente o rezando se va a mejorar substancialmente el dominio de nuestra conducta, pero hasta cierto límite, ya que los hombres por naturaleza actúan de forma instintiva el 95% del tiempo.
A continuación se dan unas indicaciones de cómo practicar mindfulness cuando se come. La intención es conseguir comer los alimentos saludables y resistir los impulsos que crea el subconsciente para comer azúcares, alcohol, chocolate, etc.
Comer conscientemente significa comer estando presente, tomando decisiones de forma racional. Significa hacer las elecciones adecuadas antes de comer, y pensar en lo que estamos comiendo y no en preocupaciones, noticias, discusiones, etc. También significa escuchar al cuerpo para identificar qué es lo que realmente necesita.
Para empezar, es necesario relajarse antes de comer. Desconectar con el entorno: el trabajo, las noticias de la televisión, teléfono, amigos, compañeros o familia. Durante unos días, comer solo, en un estado de casi meditación, lo que se llama conscious eating. Para ello:
Se debería realizar este ejercicio durante un cierto tiempo hasta que uno sea capaz de comer de forma consciente sin necesidad de tanta concentración, estando en compañía de otras personas.