En este artículo hay algunas sugerencias sobre cómo preparar la verdura para que tus hijos la coman: una salsa de tomate con verduras, la ensaladilla rusa, verduras gratinadas, pasteles de patata, espaguetis vegetales, chips vegetales; esconder verduras en la lasaña, canelones, tortillas, rollitos de primavera, pizzas; cocinarlas rebozadas, etc.
Pero si ninguno de estos trucos funciona, no te preocupes. Hay dos alternativas más:
1) Suministrar los nutrientes de las verduras via suplementos. Esta opción no es mi favorita, solamente la recomendaría si la siguiente opción tampoco tiene éxito.
2) Alimentarlos con frutas.
La fruta contiene nutrientes similares a la verdura; puede cubrir las necesidades en vitaminas, minerales, fibra, oligoelementos, antioxidantes y agua orgánica para disfrutar de una buena salud. Es cierto que la verdura tiene una concentración más elevada de minerales, pero no necesitamos una cantidad tan grande de estos elementos.
Respecto al azúcar de la fruta, no hay que alarmarse. El principal azúcar de la fruta es la fructosa, y la vía metabólica de la fructosa no necesita insulina, así que no produce los picos de azúcar en sangre que sí conlleva la ingesta azúcar.
Otra razón es que los azúcares que contiene la fruta están acompañados de fibra que ralentiza su absorción. De hecho, muchos estudios sugieren que comer diariamente fruta fresca reduce el riesgo de diabetes.
Es preferible tomar la fruta antes de las comidas, porque la fruta se digiere más rápidamente que los otros alimentos, y se evita que la fruta quede bloqueada en el tubo digestivo esperando que otros alimentos sean digeridos y se produzcan gases.
Incluso mejor si la fruta se toma sola, para desayunar o merendar por ejemplo; y preparar una comida a base de frutas es una idea excelente.
La próxima vez que tu hijo/a rechace la verdura del plato, puedes darle una pieza de fruta.
Pero si ninguno de estos trucos funciona, no te preocupes. Hay dos alternativas más:
1) Suministrar los nutrientes de las verduras via suplementos. Esta opción no es mi favorita, solamente la recomendaría si la siguiente opción tampoco tiene éxito.
2) Alimentarlos con frutas.
La fruta contiene nutrientes similares a la verdura; puede cubrir las necesidades en vitaminas, minerales, fibra, oligoelementos, antioxidantes y agua orgánica para disfrutar de una buena salud. Es cierto que la verdura tiene una concentración más elevada de minerales, pero no necesitamos una cantidad tan grande de estos elementos.
Respecto al azúcar de la fruta, no hay que alarmarse. El principal azúcar de la fruta es la fructosa, y la vía metabólica de la fructosa no necesita insulina, así que no produce los picos de azúcar en sangre que sí conlleva la ingesta azúcar.
Otra razón es que los azúcares que contiene la fruta están acompañados de fibra que ralentiza su absorción. De hecho, muchos estudios sugieren que comer diariamente fruta fresca reduce el riesgo de diabetes.
Es preferible tomar la fruta antes de las comidas, porque la fruta se digiere más rápidamente que los otros alimentos, y se evita que la fruta quede bloqueada en el tubo digestivo esperando que otros alimentos sean digeridos y se produzcan gases.
Incluso mejor si la fruta se toma sola, para desayunar o merendar por ejemplo; y preparar una comida a base de frutas es una idea excelente.
La próxima vez que tu hijo/a rechace la verdura del plato, puedes darle una pieza de fruta.