¿Qué es una caries?
Una caries es un agujero en los dientes que aparece debido a un desequilibrio de minerales en el cuerpo. Principalmente, la relación entre los minerales calcio y fósforo son el factor determinante en la formación de caries.
Cuando la alimentación es excesivamente alta en fósforo o en alimentos llamados productores de acidos, entonces se puede producir una deficiencia en calcio. Esta deficiencia no se debe a un aporte insuficiente de calcio en la alimentación, sino debido al consumo de alimentos como azúcar blanco, harinas y cereales refinados, y otros hidratos de carbono procesados que menguan las reservas de vitaminas y minerales (incluido el calcio).
Las caries son causadas por los desequilibrios que existen en el cuerpo debido a una nutrición incorrecta. Por lo tanto, es inefectivo cepillar los dientes y fregarlos vigorosamente para prevenir las caries si se sigue una típica alimentación inadecuada. La salud dental sólo puede conseguirse con una alimentación y un estilo de vida sano, no con flúor o dentífricos blanqueadores.
La verdad sobre la salud dental
Para conocer la verdad sobre la relación entre nutrición y salud dental leer el libro “Nutrition and Physical Degeneration”, del dentista Weston Price. El Dr. Price viajó a través del mundo para estudiar el efecto de varias formas de alimentación en la salud dental.
El Dr. Price encontró, sin ninguna excepción, que las poblaciones cuya alimentación estaba libre de alimentos procesados y refinados estaba prácticamente libre de toda caries. Además, estos pueblos disfrutaban de una excelente estructura ósea y una perfecta formación de las mandíbulas. Es decir, una buena alimentación no sólo previene la formación de caries, sino también la maloclusión.
También descubrió que en el corto espacio de tiempo de una simple generación, el consumo de alimentos refinados resultaba en arcos alveolares de la mandíbula más estrechos, maloclusión y grave caries dental. Su libro contiene fotos de familias que muestran que la generación más anciana posee una dentadura perfecta, mientras que los miembros más jóvenes de la familia que toman alimentos de la “civilización”, como caramelos, bebidas azucaradas, comida enlatada y cereales refinados, tienen dientes con caries y todo tipo de problemas.
Su conclusión fue que los alimentos duros, sin refinar, integrales, sin procesar y sin alteraciones promueven el mayor grado de salud dental. En cambio, el consumo de alimentos modernos conlleva una deterioración dental.
El Dr. James H. Shaw, en una edición de la revista del American Medical Association, informa de la mejora de la salud dental que aconteció cuando ciertos países tuvieron que volver a una alimentación tradicional sin productos refinados durante la Segunda Guerra Mundial.
Hay que resaltar también la importancia de la alimentación de la madre durante el embarazo y la lactancia para la formación de una dentadura sana en el bebé.
Una alimentación basada en fruta y verdura cruda puede conservar tu dentadura actual muchos años. Pero además de la dieta, qué más puede hacerse para prevenir la caries? ¡Ejercicio!
Ejercicio y masticación
El mejor ejercicio para los dientes es usarlos para exactamente el propósito para los cuales están diseñados: masticar comida.
Observar la típica comida americana: pan blanco, puré de patata, salsas, carne picada, puré de guisantes y tazas de té. No se necesitan dientes para comer este tipo de comida.
Es necesario una comida donde hincar los dientes, comida que se tenga que masticar y ejercitar los dientes. La comida cruda, con fibra, frutas y verduras enteras y frutos secos, son la comida que necesitan los dientes para hacer ejercicio. Masticar fruta y verdura cruda suministra a los dientes exactamente el tipo de ejercicio que necesitan y pueden ser el mejor dentífrico. Considerar este informe hecho por dos investigadores británicos en la prensa médica:
Dos grupos de niños fueron escogidos al azar. Un grupo comía una manzana cruda después de su comida habitual y el otro no. Masticar una manzana estimula los tejidos gingivales, aumenta el flujo de saliva y limpia los dientes, y suministra un ejercicio óptimo para los músculos de las mandíbulas. Los investigadores descubrieron que los niños que comían manzanas tenían una mejor salud de las encías y menor caries que los niños que no lo hacían.
El Dr. Maury Massler, profesor de dentistería infantil en la Universidad de Illinois, defendió que la mejor manera de limpiar los dientes y las encías no es con fuertes cepillados y dentífricos químicos, sino comiendo alimentos que son “agentes de limpieza natural para los dientes, como fruta fresca, frutos secos y verduras crudas”.
Flúor
Dr. Arthur C. Guyton escribe: “Los estudios han demostrado que los dientes de los niños que beben agua que contiene pequeñas cantidades de flúor desarrollan un esmalte que es mucho más resistente a la caries que el esmalte de los niños que beben agua que no contiene flúor”.
De hecho, la evidencia realmente prueba lo contrario. Un ingeniero de Massachusets analizó las estadísticas oficiales de caries en los municipios donde se usa agua fluorinada. En ellas se demuestra cómo la fluoridación artificial no previene la caries, sino solamente la retrasa durante algunos pocos años.
El flúor no endurece el esmalte de los dientes ni lo hace más resistente a la caries. Por el contrario, el flúor simplemente desplaza ciertos iones químicos del esmalte lo cual lo hace menos soluble. El flúor que se almacena en el esmalte es tóxico para algunas bacterias de la boca, lo cual es la intención de la fluoridación. Según los dentistas, las bacterias causan caries; el flúor mata las bacterias; por lo tanto, el flúor previene la caries.
Se debe recordar que cualquier substancia que es capaz de matar bacterias es un agente contra la vida. Si el flúor es venenoso para las bacterias, se puede estar seguro de que es venenoso para las personas también. En muchas poblaciones alrededor de todo el mundo se goza de excelente salud dental, y no hay ninguna traza de flúor en su suministro de agua.
De hecho, el flúor en su forma orgánica que se encuentra en pequeñas cantidades de forma natural en ciertos alimentos naturales, es un mineral beneficioso para los dientes.
Dientes sanos
No se puede beber un producto químico y esperar tener dientes sanos. Una buena dentadura sólo se construye a través de una buena alimentación, lo cual implica evitar los alimentos perjudiciales e incluir fruta y verdura natural.
Los alimentos que destruyen los dientes son los carbohidratos refinados, en la forma de azúcares, dulces, pan, pastas, pasteles y alimentos cocidos. El azúcar blanco y la harina refinada que se encuentra en estos productos son ladrones de nutrientes. Otros alimentos perjudiciales son las bebidas azucaradas y la carne, debido a que son ricos en fósforo y son alimentos productores de ácidos.
La persona más importante en el cuidado dental no es el dentista, sino la futura madre. La alimentación de la mujer embarazada determina la calidad de los dientes que sus hijos tendrán en su infancia y su vida adulta. Después del nacimiento, el bebé debe ser alimentado solamente con una alimentación óptima. Si esta práctica es continuada durante toda su vida, podrá disfrutar de una salud dental perfecta.
La acidez de la saliva
El Dr. David Klein dice que la integridad de los dientes está determinada por la calidad de la alimentación y la acidez de la saliva. Las dietas deficientes en minerales, especialmente microminerales, promueven las estructuras dentales débiles. La alimentación ricas en alimentos acidificantes causa que la saliva sea ácida todo el tiempo, disolviendo el esmalte, causando el deterioro de la dentina y erosionando las encías. Las emociones y pensamientos negativos también crean acidez.
La solución es seguir una dieta rica en minerales y altamente alcalinizante y cultivar un equilibrio emocional mental. Esto permitirá al cuerpo desintoxicar los residuos acidificantes, alcalinizar la saliva, remineralizar las estructuras dentales y regenerar las encías en cierta medida.
Otros problemas dentales
La caries es la enfermedad dental más común, pero la gingivitis es el problema más serio. La mayoría de pérdidas de piezas dentales es debido no a la caries, sino a problemas en las encías y la pérdida de hueso.
El sangrado de las encías después del cepillado es el primer signo de potenciales problemas de encías. Las encías sanas no sangran. Deben tener un color rosado y deben sostener firmemente los dientes en su lugar sin ningún signo de recesión.
El sangrado ocurre porque las encías se han irritado debido a la construcción de una substancia llamada placa dental, un depósito calcáreo situado en la base de los dientes en el lugar donde se une a la encía.
La placa es el resultado de los productos de desecho ácido de las colonias bacterianas que viven en la boca. Cuando estas bacterias se alimentan, excretan una substancia ácida la cual forma la placa que cubre los dientes.
Cuando esta placa es reciente (de uno o dos días), puede ser eliminada normalmente simplemente cepillando los dientes. Si la placa se deja en los dientes, entonces se mineraliza en una substancia dura llamada sarro.
El sarro es un depósito mineral duro que se forma en la base de los dientes y debajo de las encías. Puede llegar a cubrir todo el diente. El sarro irritan, dañan y pueden llegar a destruir el tejido de la encía.
Pero, ¿la formación de placa y sarro es un proceso natural en el hombre? ¿Qué hacía el hombre antes de la invención del cepillo de dientes y el dentífrico y de los dentistas? Los hombres antiguamente que comían alimentos naturales no tenían estos problemas, como indican las investigaciones del Dr. Price. Es por esta razón que siempre se aconseja lavar los dientes después de cada comida. Y es una buena recomendación, especialmente si se trata de comida refinada, industrial, carne, azúcar blanco, etc.
Recomendaciones
Para tener una boca sana, poner comida sana dentro de ella. Una alimentación óptima puede prevenir el 95% de todos los problemas dentales, si un programa de limpieza regular puede solucionar el resto.
Desafortunadamente, muchas personas empiezan a tomar medidas saludables después de que sus problemas dentales hayan empezado. Se necesitan unos 25 años para hacer crecer unos dientes sanos. Si se comen alimentos inadecuados durante este período, es probable sufrir las consecuencias años más tarde.
Así que incluso comiendo solamente los mejores alimentos e involucrándose en todo tipo de actividades para promover la salud, todavía se sufrirá de problemas dentales creados de los hábitos de alimentación incorrectos en los años anteriores.
Si se sufre dolor dental, sensibilidad dental, o alguna enfermedad de las encías, será necesario buscar un buen dentista que simpatice con su forma de vida sana.
Las caries no se sanan por sí solas, un diente roto no volverá a crecer, así que el dentista deberá reparar estos daños. Insistir en la calidad de materiales utilizados y la profesionalidad del dentista. Un trabajo dental barato y mal hecho puede causar más daños que la condición que se intenta corregir.
Para las obturaciones de las caries, no utilizar nunca amalgamas o empastes metálicos. Estos empastes están compuestos de un mínimo de 45% de mercurio, el cual es el tóxico más potente que existe para el hombre. Este mercurio libera gases a temperatura corporal (y hasta temperaturas bajo cero) y penetra en el organismo disuelto en la saliva y los vapores de mercurio a nivel respiratorio.
El mejor material es la porcelana o zirconio. Los empastes de composite contienen bisfenol, el cual es un perturbador endocrino.
Cuando se haya restaurado la salud dental, mantenerse en una buena alimentación y mantener una higiene dental regular para no volver a sufrir estos problemas dentales.
El dentífrico
Limpiar los dientes, al igual que limpiar el cuerpo, es un proceso mecánico, no químico. En otras palabras, el objetivo principal es eliminar físicamente la placa, y no aplicar productos químicos que pueden ser incluídos en el dentífrico. De hecho el dentífrico no es necesario. Un cepillo húmedo es suficiente.
La mayoría de dentífricos contienen azúcar, flúor y varias substancias abrasivas. De hecho, los dentífricos blanqueadores contienen compuestos abrasivos que dañan el esmalte.
En general, no utilizar ningún dentífrico que no comerías, ya que de hecho esto es lo que se hace cuando se pone en la boca, ya que una parte de los alimentos se absorben también en la boca.
Un truco para blanquear los dientes es limpiarlos con una fresa. Frotando fresas sobre los dientes y encías ayuda a eliminar la placa.
De todas formas, solamente es necesario un suave cepillado y comer alimentos crudos abundantemente.
Fuente: T.C. Fry on Life Science: "Healthy Eyes And Teeth"
En Europa no existe el problema de agua fluorinada, pero hay flúor añadido en la sal de los países del interior y en los dentífricos.
Una caries es un agujero en los dientes que aparece debido a un desequilibrio de minerales en el cuerpo. Principalmente, la relación entre los minerales calcio y fósforo son el factor determinante en la formación de caries.
Cuando la alimentación es excesivamente alta en fósforo o en alimentos llamados productores de acidos, entonces se puede producir una deficiencia en calcio. Esta deficiencia no se debe a un aporte insuficiente de calcio en la alimentación, sino debido al consumo de alimentos como azúcar blanco, harinas y cereales refinados, y otros hidratos de carbono procesados que menguan las reservas de vitaminas y minerales (incluido el calcio).
Las caries son causadas por los desequilibrios que existen en el cuerpo debido a una nutrición incorrecta. Por lo tanto, es inefectivo cepillar los dientes y fregarlos vigorosamente para prevenir las caries si se sigue una típica alimentación inadecuada. La salud dental sólo puede conseguirse con una alimentación y un estilo de vida sano, no con flúor o dentífricos blanqueadores.
La verdad sobre la salud dental
Para conocer la verdad sobre la relación entre nutrición y salud dental leer el libro “Nutrition and Physical Degeneration”, del dentista Weston Price. El Dr. Price viajó a través del mundo para estudiar el efecto de varias formas de alimentación en la salud dental.
El Dr. Price encontró, sin ninguna excepción, que las poblaciones cuya alimentación estaba libre de alimentos procesados y refinados estaba prácticamente libre de toda caries. Además, estos pueblos disfrutaban de una excelente estructura ósea y una perfecta formación de las mandíbulas. Es decir, una buena alimentación no sólo previene la formación de caries, sino también la maloclusión.
También descubrió que en el corto espacio de tiempo de una simple generación, el consumo de alimentos refinados resultaba en arcos alveolares de la mandíbula más estrechos, maloclusión y grave caries dental. Su libro contiene fotos de familias que muestran que la generación más anciana posee una dentadura perfecta, mientras que los miembros más jóvenes de la familia que toman alimentos de la “civilización”, como caramelos, bebidas azucaradas, comida enlatada y cereales refinados, tienen dientes con caries y todo tipo de problemas.
Su conclusión fue que los alimentos duros, sin refinar, integrales, sin procesar y sin alteraciones promueven el mayor grado de salud dental. En cambio, el consumo de alimentos modernos conlleva una deterioración dental.
El Dr. James H. Shaw, en una edición de la revista del American Medical Association, informa de la mejora de la salud dental que aconteció cuando ciertos países tuvieron que volver a una alimentación tradicional sin productos refinados durante la Segunda Guerra Mundial.
Hay que resaltar también la importancia de la alimentación de la madre durante el embarazo y la lactancia para la formación de una dentadura sana en el bebé.
Una alimentación basada en fruta y verdura cruda puede conservar tu dentadura actual muchos años. Pero además de la dieta, qué más puede hacerse para prevenir la caries? ¡Ejercicio!
Ejercicio y masticación
El mejor ejercicio para los dientes es usarlos para exactamente el propósito para los cuales están diseñados: masticar comida.
Observar la típica comida americana: pan blanco, puré de patata, salsas, carne picada, puré de guisantes y tazas de té. No se necesitan dientes para comer este tipo de comida.
Es necesario una comida donde hincar los dientes, comida que se tenga que masticar y ejercitar los dientes. La comida cruda, con fibra, frutas y verduras enteras y frutos secos, son la comida que necesitan los dientes para hacer ejercicio. Masticar fruta y verdura cruda suministra a los dientes exactamente el tipo de ejercicio que necesitan y pueden ser el mejor dentífrico. Considerar este informe hecho por dos investigadores británicos en la prensa médica:
Dos grupos de niños fueron escogidos al azar. Un grupo comía una manzana cruda después de su comida habitual y el otro no. Masticar una manzana estimula los tejidos gingivales, aumenta el flujo de saliva y limpia los dientes, y suministra un ejercicio óptimo para los músculos de las mandíbulas. Los investigadores descubrieron que los niños que comían manzanas tenían una mejor salud de las encías y menor caries que los niños que no lo hacían.
El Dr. Maury Massler, profesor de dentistería infantil en la Universidad de Illinois, defendió que la mejor manera de limpiar los dientes y las encías no es con fuertes cepillados y dentífricos químicos, sino comiendo alimentos que son “agentes de limpieza natural para los dientes, como fruta fresca, frutos secos y verduras crudas”.
Flúor
Dr. Arthur C. Guyton escribe: “Los estudios han demostrado que los dientes de los niños que beben agua que contiene pequeñas cantidades de flúor desarrollan un esmalte que es mucho más resistente a la caries que el esmalte de los niños que beben agua que no contiene flúor”.
De hecho, la evidencia realmente prueba lo contrario. Un ingeniero de Massachusets analizó las estadísticas oficiales de caries en los municipios donde se usa agua fluorinada. En ellas se demuestra cómo la fluoridación artificial no previene la caries, sino solamente la retrasa durante algunos pocos años.
El flúor no endurece el esmalte de los dientes ni lo hace más resistente a la caries. Por el contrario, el flúor simplemente desplaza ciertos iones químicos del esmalte lo cual lo hace menos soluble. El flúor que se almacena en el esmalte es tóxico para algunas bacterias de la boca, lo cual es la intención de la fluoridación. Según los dentistas, las bacterias causan caries; el flúor mata las bacterias; por lo tanto, el flúor previene la caries.
Se debe recordar que cualquier substancia que es capaz de matar bacterias es un agente contra la vida. Si el flúor es venenoso para las bacterias, se puede estar seguro de que es venenoso para las personas también. En muchas poblaciones alrededor de todo el mundo se goza de excelente salud dental, y no hay ninguna traza de flúor en su suministro de agua.
De hecho, el flúor en su forma orgánica que se encuentra en pequeñas cantidades de forma natural en ciertos alimentos naturales, es un mineral beneficioso para los dientes.
Dientes sanos
No se puede beber un producto químico y esperar tener dientes sanos. Una buena dentadura sólo se construye a través de una buena alimentación, lo cual implica evitar los alimentos perjudiciales e incluir fruta y verdura natural.
Los alimentos que destruyen los dientes son los carbohidratos refinados, en la forma de azúcares, dulces, pan, pastas, pasteles y alimentos cocidos. El azúcar blanco y la harina refinada que se encuentra en estos productos son ladrones de nutrientes. Otros alimentos perjudiciales son las bebidas azucaradas y la carne, debido a que son ricos en fósforo y son alimentos productores de ácidos.
La persona más importante en el cuidado dental no es el dentista, sino la futura madre. La alimentación de la mujer embarazada determina la calidad de los dientes que sus hijos tendrán en su infancia y su vida adulta. Después del nacimiento, el bebé debe ser alimentado solamente con una alimentación óptima. Si esta práctica es continuada durante toda su vida, podrá disfrutar de una salud dental perfecta.
La acidez de la saliva
El Dr. David Klein dice que la integridad de los dientes está determinada por la calidad de la alimentación y la acidez de la saliva. Las dietas deficientes en minerales, especialmente microminerales, promueven las estructuras dentales débiles. La alimentación ricas en alimentos acidificantes causa que la saliva sea ácida todo el tiempo, disolviendo el esmalte, causando el deterioro de la dentina y erosionando las encías. Las emociones y pensamientos negativos también crean acidez.
La solución es seguir una dieta rica en minerales y altamente alcalinizante y cultivar un equilibrio emocional mental. Esto permitirá al cuerpo desintoxicar los residuos acidificantes, alcalinizar la saliva, remineralizar las estructuras dentales y regenerar las encías en cierta medida.
Otros problemas dentales
La caries es la enfermedad dental más común, pero la gingivitis es el problema más serio. La mayoría de pérdidas de piezas dentales es debido no a la caries, sino a problemas en las encías y la pérdida de hueso.
El sangrado de las encías después del cepillado es el primer signo de potenciales problemas de encías. Las encías sanas no sangran. Deben tener un color rosado y deben sostener firmemente los dientes en su lugar sin ningún signo de recesión.
El sangrado ocurre porque las encías se han irritado debido a la construcción de una substancia llamada placa dental, un depósito calcáreo situado en la base de los dientes en el lugar donde se une a la encía.
La placa es el resultado de los productos de desecho ácido de las colonias bacterianas que viven en la boca. Cuando estas bacterias se alimentan, excretan una substancia ácida la cual forma la placa que cubre los dientes.
Cuando esta placa es reciente (de uno o dos días), puede ser eliminada normalmente simplemente cepillando los dientes. Si la placa se deja en los dientes, entonces se mineraliza en una substancia dura llamada sarro.
El sarro es un depósito mineral duro que se forma en la base de los dientes y debajo de las encías. Puede llegar a cubrir todo el diente. El sarro irritan, dañan y pueden llegar a destruir el tejido de la encía.
Pero, ¿la formación de placa y sarro es un proceso natural en el hombre? ¿Qué hacía el hombre antes de la invención del cepillo de dientes y el dentífrico y de los dentistas? Los hombres antiguamente que comían alimentos naturales no tenían estos problemas, como indican las investigaciones del Dr. Price. Es por esta razón que siempre se aconseja lavar los dientes después de cada comida. Y es una buena recomendación, especialmente si se trata de comida refinada, industrial, carne, azúcar blanco, etc.
Recomendaciones
Para tener una boca sana, poner comida sana dentro de ella. Una alimentación óptima puede prevenir el 95% de todos los problemas dentales, si un programa de limpieza regular puede solucionar el resto.
Desafortunadamente, muchas personas empiezan a tomar medidas saludables después de que sus problemas dentales hayan empezado. Se necesitan unos 25 años para hacer crecer unos dientes sanos. Si se comen alimentos inadecuados durante este período, es probable sufrir las consecuencias años más tarde.
Así que incluso comiendo solamente los mejores alimentos e involucrándose en todo tipo de actividades para promover la salud, todavía se sufrirá de problemas dentales creados de los hábitos de alimentación incorrectos en los años anteriores.
Si se sufre dolor dental, sensibilidad dental, o alguna enfermedad de las encías, será necesario buscar un buen dentista que simpatice con su forma de vida sana.
Las caries no se sanan por sí solas, un diente roto no volverá a crecer, así que el dentista deberá reparar estos daños. Insistir en la calidad de materiales utilizados y la profesionalidad del dentista. Un trabajo dental barato y mal hecho puede causar más daños que la condición que se intenta corregir.
Para las obturaciones de las caries, no utilizar nunca amalgamas o empastes metálicos. Estos empastes están compuestos de un mínimo de 45% de mercurio, el cual es el tóxico más potente que existe para el hombre. Este mercurio libera gases a temperatura corporal (y hasta temperaturas bajo cero) y penetra en el organismo disuelto en la saliva y los vapores de mercurio a nivel respiratorio.
El mejor material es la porcelana o zirconio. Los empastes de composite contienen bisfenol, el cual es un perturbador endocrino.
Cuando se haya restaurado la salud dental, mantenerse en una buena alimentación y mantener una higiene dental regular para no volver a sufrir estos problemas dentales.
El dentífrico
Limpiar los dientes, al igual que limpiar el cuerpo, es un proceso mecánico, no químico. En otras palabras, el objetivo principal es eliminar físicamente la placa, y no aplicar productos químicos que pueden ser incluídos en el dentífrico. De hecho el dentífrico no es necesario. Un cepillo húmedo es suficiente.
La mayoría de dentífricos contienen azúcar, flúor y varias substancias abrasivas. De hecho, los dentífricos blanqueadores contienen compuestos abrasivos que dañan el esmalte.
En general, no utilizar ningún dentífrico que no comerías, ya que de hecho esto es lo que se hace cuando se pone en la boca, ya que una parte de los alimentos se absorben también en la boca.
Un truco para blanquear los dientes es limpiarlos con una fresa. Frotando fresas sobre los dientes y encías ayuda a eliminar la placa.
De todas formas, solamente es necesario un suave cepillado y comer alimentos crudos abundantemente.
Fuente: T.C. Fry on Life Science: "Healthy Eyes And Teeth"