La desintoxicación


El organismo posee sus propios mecanismos de desintoxicación natural:

  • el glutatión: el limpiador por excelencia, el mejor antioxidante, pero si esta substancia se encuentra sobre-solicitada no podrá efectuar su función correctamente.
  • los órganos de eliminación o excretores: hígado, riñones, pulmones, piel e intestino. Deben cumplir su labor de eliminación y no deben estar obturados, sino los tóxicos se acumulan en el cuerpo y son el origen de enfermedades.

¿De dónde proceden los tóxicos?

Existen los xenobióticos, los tóxicos que proceden del exterior de nuestro cuerpo, y las toxinas, que proceden del interior.
Los xenobióticos son numerosas substancias que se encuentran en nuestro entorno y que pueden penetrar en nuestro cuerpo a través de la respiración, ingestión o la piel. Entre ellas se encuentran los pesticidas, retardadores bromados de llama, mercurio, aluminio, cadmio, BPA, ftalatos, etc. Si existe una exposición crónica importante a uno o varios tóxicos que el cuerpo no tiene la capacidad de liberarse entonces la enfermedad va a instalarse.
Por el contrario, las toxinas proceden de una disbiosis intestinal o proliferación excesiva de bacterias indeseables y patógenas en el intestino. Estas bacterias producen toxinas como amoníaco, metano, alcohol, benzoato, propionato, putrescina, cadavrina, etc., algunas de ellas son además neurotóxicas.
 Estas toxinas deben ser eliminadas por los órganos de eliminación, por el proceso de detoxificación, pero si éstos se encuentran sobrepasados en su función, las toxinas van a circular en el cuerpo y generar numerosas enfermedades.

 

¿Cómo desintoxicar el organismo?

En primer lugar, se debe proceder a cortar las fuentes de intoxicación, tanto del exterior como las toxinas del interior, para dar la oportunidad al cuerpo a realizar las funciones de detoxificación que le son propias para limpiar el organismo. Para ello, se deben identificar esas fuentes, con la ayuda de ciertos análisis y la guía de un terapeuta formado en toxicología.
Una vez el organismo ha recuperado las fuerzas, si es necesario se estudiará la necesidad de realizar una limpieza de los órganos excretores: hígado y vesícula biliar, riñones e intestino.
En cambio, a mi parecer, es muy arriesgado realizar curas de quelación o desintoxicación de metales pesados, ya que se ponen de nuevo en circulación los metales tóxicos y pueden hacen estragos en el cuerpo a su paso. Los metales pesados deben ser eliminados con prudencia, lentamente y naturalmente por las vías que el organismo ya posee. Ciertas personas consiguen realizar la quelación con buenos resultados finales, otras personas sufren tales efectos secundarios en el proceso de desintoxicación que llega a ser muy peligroso.

La última fase consiste en seguir una alimentación y un estilo de vida saludable para mantener el cuerpo limpio. Si se continúa intoxicando el cuerpo con tóxicos y toxinas, después de una desintoxicación, se va a volver rápidamente al estado de partida antes de la desintoxicación.