El concepto de la auto-curación y auto-reparación

La auto-curación es la única curación. En la naturaleza vemos animales con heridas, rasguños, huesos rotos y otros daños que se curan. Esta curación sólo se realiza gracias a las facultades internas. 
Instintivamente un animal herido busca un sitio resguardado y descansa, sin realizar ninguna actividad, ni comer. Guarda toda su energía para el proceso reparador. 
De la misma forma, los hombres también se recuperan de forma mucho más rápida cuando paran toda actividad que cuando continúan con su vida diaria.
 

La noción de “Curar”

La idea subyacente de la medicina se remonta a más de 2.500 años atrás. La premisa es que el cuerpo es como una máquina que debe ser reparada por agentes externos. La máquina se estropea debido a entidades que la invaden. En la antigüedad estas entidades eran espíritus demoníacos que debían exorcizarse. Poco a poco estos espíritus malignos se han convertido en pequeñas bestias llamadas microbios, gérmenes, bacterias, viruses, etc.
La idea detrás del uso de medicinas es que la medicina busca el problema dentro del cuerpo, derrota los invasores y efectúa de alguna forma la curación necesaria. Esta forma de operar de las drogas que ellos llaman medicinas es muy borroso. En realidad, la medicina son las dañinas prácticas que el hombre realiza para intentar ayudar a una persona enferma.
Las personas acuden a los médicos para una intervención médica, quieren ser “arreglados”. Entonces, los médicos aseguran que deben seguir sus consejos rápidamente si no quieren sufrir graves consecuencias.
 

Las “curas” no tratan las causas

¿Puede imaginar una droga que “cure” un borracho sin ir a la fuente del problema, esto es, el mal hábito de tomar alcohol? ¿Cómo se puede tratar a una persona embriagada si continúa bebiendo?
Esto es lo que sucede con la medicina. Tratan de remediar los efectos o síntomas sin tratar las causas. En realidad la medicina droga, destroza y purga mientras ignora casi totalmente las causas principales de los problemas fisiológicos. Utilizan cirugía y tratamientos muy costosos cuando los problemas pueden resolverse simplemente y sin coste cambiando los hábitos de vida.
Ninguna cosa puede suceder sin que haya una causa. Todas las afecciones del cuerpo tienen una causa y la causa es casi siempre iniciada por la persona. Hasta que la causa no se detenga, el problema continuará desarrollándose, cada vez peor.
 

Las “curas” no suministran los elementos esenciales a la vida

Para restaurar la salud del organismo se le deben suministrar los elementos necesarios a la vida. En primer lugar, deben discontinuarse aquellas substancias, influencias y prácticas que engendran enfermedades. En segundo lugar, es necesario suministrar todos los requerimientos necesarios para tener buena salud. Aquí puede encontrar una lista de estos elementos.
 

Las “curas” anulan la vitalidad del cuerpo

El Dr. Herbert M. Shelton, padre de la filosofía Higienista, remarcó cómo actualmente disponemos de los mayores avances en medicina de la historia, hay más médicos que nunca, y la profesión médica disfruta del mayor respeto y admiración que nunca, y aún y así, existen más enfermedades y sufrimiento que nunca. ¿Cómo es posible?
Porque los medicamentos destrozan, nunca construyen. No se encuentra dentro de las posibilidades de los medicamentos crear células y reemplazar el tejido orgánico. Pero aún y así, los médicos actúan como si sus medicamentos realizaran algún tipo de magia que conlleve a una curación. 
En realidad, lo único que hacen los medicamentos es formar uniones químicas con los compuestos y fluidos del organismo. Cuando una substancia es considerada dañina para el cuerpo, éste es estimulado. En algunos casos el cuerpo desencadena una reacción de depresión en cuyo caso es sedado; en otros casos la reacción es un mecanismo de auto-protección contra el  veneno al que llaman medicina.
El organismo entonces debe redirigir toda su energía del proceso de curación que estaba realizando a la tarea de hacer frente al peligro que supone la ingesta de un medicamento. Debe abandonar total o parcialmente sus esfuerzos de limpieza y curación para atender a un desafío más urgente: la entrada de substancias tóxicas en el organismo. Y cuando los esfuerzos de curación son discontinuados, los síntomas desaparecen. Los médicos interpretan la desaparición de los síntomas como una “curación”, confunden erróneamente los efectos de una substancia tóxica con los efectos de curación. En realidad, el cuerpo ahora tiene más problemas que antes, ya que ahora, además de los problemas anteriores, tiene también el trabajo añadido de expulsar esta nueva substancia tóxica. 

 

La aproximación de la medicina y de las terapias medicinales son peligrosas

Reconocemos que los drogadictos sufren daños al tomar las drogas ilegales. Los drogadictos también pierden sus valores morales; su capacidad de reflexionar es menguada y se encuentra obsesionada únicamente en adquirir sus drogas.
Pero cuesta creer que los efectos de las medicinas prescritas por los médicos tienen los mismos efectos. Y todavía es más difícil de entender que los tratamientos de los homeópatas, osteópatas, naturópatas, acupunturistas, y otras medicinas alternativas tienen el mismo efecto. Aunque los tratamientos sean más o menos dañinos, las causas que causan la enfermedad siguen su curso, sin haber sido indagadas y corregidas, por lo que la situación del enfermo empeora cada vez más.
 

Los medicamentos son peligrosos para ambos las bacterias y células humanas

Cuando se está enfermo, incluso la alimentación es suficiente para boicotear las fuerzas de curación. Pero cuando se le suman los medicamentos, la fuerza vital es destrozada de tal forma que el cuerpo debe redireccionar sus esfuerzos de purificación a liberarse de estos tóxicos administrados.
Sí, los medicamentos destrozan las bacterias. Pero son igualmente mortales para toda forma de vida. 
En conclusión, la enfermedad no es nada de lo que temer, es como tener miedo de su propio cuerpo. Si se ha de temer algo, hay que temer la disposición a adoptar condiciones de vida inadecuadas y seguir una mala nutrición.
 

Ejemplo: “curación” de una úlcera en la pierna con medicamentos

No niego que una úlcera en la pierna pueda curarse con la aplicación tópica de polvos de consuelda o alguna hierba, y no niego que los polvos de consuelda fue el agente que precipitó el proceso de curación de la úlcera en la pierna. Pero el cuerpo está seguramente peor.
¿Qué causó la úlcera? ¿Qué sucede cuando se aplican substancias tóxicas como ajo, aloe, consuelda o alguna preparación farmacológica y la úlcera se cura?
Las hierbas ni causaron ni curaron la úlcera. El cuerpo creó la úlcera en primer lugar de la misma forma que crea un forúnculo, la fiebre, un grano, o una infección. El cuerpo crea estas condiciones como salidas de una extraordinaria carga de materia tóxica. Cuando el cuerpo se sobrecarga con toxicidad que no puede eliminar por las vías normales, utilizará otras salidas adicionales “de emergencia”.
Probablemente la úlcera en la pierna fue causada debido a la recolección y concentración de tóxicos en una área hasta que las células y tejidos de la área fueron destrozados. Entonces el cuerpo utiliza la herida como drenaje de salida, de la misma forma que una olla a presión descarga el vapor a través de la válvula de seguridad. 
Cuando se aplican hierbas o una preparación farmacéutica, no se solucionan los problemas. Las hierbas y medicamentos no tienen la inteligencia o el poder de crear células y nuevo tejido para cubrir la úlcera o lesión.  Lo que sucede es que las hierbas o el medicamento aplicado a la herida supone un nuevo peligro. La absorción de tóxicos del exterior hace cambiar la estrategia del organismo. Donde se estaba exudando tóxicos con el fin de eliminarlos, el cuerpo ahora está absorbiendo más tóxicos. Para evitar esta entrada que supone un peligro, el cuerpo cierra la salida, es decir, la úlcera.  
Pero aunque el cuerpo ha curado la úlcera, ahora se encuentra peor que antes. Ahora está reteniendo el material tóxico que antes estaba expulsando a través de la úlcera. Así que ahora o bien tendrá que crear una nueva salida o deberá sufrir la retención de tóxicos que anteriormente estaba expulsando a través de la úlcera.
Por el contrario, si la persona que sufría la úlcera hubiera hecho ayuno, la úlcera se habría sanado más rápido que con la aplicación de hierbas o medicamentos. Durante el ayuno, el cuerpo se libera de la entrada de materia tóxica y puede acelerar la expulsión de los tóxicos internos a través de los canales normales. Cuando la toxicidad se ha reducido debajo de un cierto nivel de tolerancia, el cuerpo procederá a curar la úlcera. Durante el ayuno, el cuerpo puede concentrar su energía y sus recursos al proceso de curación, acelerando el proceso de curación.
Así que el polvo de consuelda, por ejemplo, sólo sobrecargó todavía más el cuerpo con tóxicos, que son la pyrrholizidine y alantoina, dos alcaloides tóxicos.
Otro ejemplo es la aspirina. La aspirina no cura el dolor de cabeza, causas continúan siendo presentes. La aspirina simplemente provoca que el cuerpo paralice el sistema nervioso. Con el higienismo las causas del dolor de cabeza son eliminadas y se restauran las condiciones para la salud. Si no hay causas no hay enfermedad. 
Debido a que la enfermedad es el resultado de prácticas insaludables, entonces la salud puede restaurarse eliminando estas causas y suministrando las condiciones para la salud. En vez de añadir más contaminantes a un organismo que ya contiene una alta toxicidad, se confía en los propia habilidad que tiene el organismo para curarse.
 

Cómo actúan los medicamentos

Los medicamentos producen enfermedades. No existen medicamentos que no sean dañinos y que sean seguros. Todos ellos, incluso el menos tóxico, produce alguna patología, si es suministrado repetidamente, incluso en pequeñas dosis. 
Por ejemplo, en el caso de la tos, ésta se trata de un mecanismo de expulsión de materia (mucosidad, sangre, agua, partículas de polvo, humo, gas, etc.) que está bloqueando el paso del aire en los pulmones. En la neumonía, la tos permite limpiar los pulmones para que la respiración sea posible. La tos es pues parte del remedio para curarse, no es un ataque de un agente externo. Si se suprime la tos con un medicamento desvitalizante, los pasajes se llenarán con exudado. 
De forma similar, la diarrea es una aceleración de un proceso fisiológico con el fin de eliminar una substancia indeseable, sea un alimento en mal estado, una substancia tóxica, etc. Cortar una diarrea es como tapar el tubo de escape del coche. La diarrea cesa naturalmente cuando ha finalizado su propósito de eliminar la substancia indeseable.
No existe ningún medicamento que se utilice actualmente ni ningún medicamento que se utilizó en el pasado que no produzca enfermedad.
¿Por qué razón una persona enferma debería ser envenenada si no se lo hace a una persona saludable? Si un medicamento enferma una persona sana, ¿qué hará a una persona enferma?
 

La ley del efecto dual

La ley del efecto dual dice que todas las substancias que se toman o que se está en contacto, ocasionan una acción doble y contraria entre ellas, siendo la segunda acción la más duradera. 
Por lo tanto, la primera acción (reacción) de tomar un estimulante será una estimulación, pero la segunda y más duradera será la depresión. De la misma forma, la reacción primaria de tomar un analgésico será el alivio del dolor, pero la acción secundaria y más duradera será un aumento del dolor. 
¿Cómo es esto posible? El cuerpo reúne todas sus fuerzas disponibles para hacer frente al peligro que supone la entrada de una substancia anormal como un analgésico para poderla eliminar lo más rápido posible. Durante este tiempo, el organismo para todo proceso reparador que era sentido como síntomas de dolor, y por lo tanto, hay un alivio temporal. Pero tan pronto como se ha eliminado la substancia tóxica del analgésico, el cuerpo reinicia el proceso curativo, lo que comporta la reaparición de los síntomas de dolor. Pero debido al extraordinario gasto de energía vital y a las toxinas añadidas, se ha producido más daño. 
 

Excepciones

En algunos casos, cuando el cuerpo se encuentra en situaciones extremadamente críticas, como en casos de extrema malnutrición, envenenamiento y donde la vida está en peligro, una intervención no natural puede ser necesaria para salvar la vida. La respuesta natural del cuerpo no es suficiente si se encuentra en una situación de vitalidad extremadamente disminuida. Es decir, el cuerpo tiene sus límites, y algunas intervenciones pueden ser beneficiosas en casos de emergencia. Por ejemplo, cuando hay una hemorragia y se ha perdido mucha sangre, y las reservas del cuerpo son bajas y no puede curar una herida, una intervención de urgencia puede salvar la vida. Sí, hay un lugar para la ayuda de emergencia.
 

Comentarios:

Respecto a la capacidad del cuerpo para curarse, es cierto que como la Higiene Natural defiende, si se restauran todas las condiciones apropiadas para la vida el cuerpo será capaz de superar prácticamente cualquier enfermedad. Pero en Higiene Natural no se tiene en cuenta que esto no siempre es posible. Vivimos en un mundo contaminado y apresurado, donde es imposible encontrar agua pura, aire puro, alimentos perfectos, hacer ejercicio, no estar sometido a estrés, dormir adecuadamente, etc. Siempre hay algún factor que falla. Por suerte, la capacidad del hombre para aguantar todas estos daños es extraordinariamente elevada, pero tiene su límite, y a veces no es posible cambiar la vida para poder dar a nuestro cuerpo aquello que necesita para gozar de buena salud. Podemos trabajar duro para intentar restaurar todas estas necesidades (ver aquí  cómo LivingFullyNourished puede ayudar en este sentido), pero si aún y así no lo conseguimos, ¿qué hacemos en estos casos? La medicina y muchas terapias alternativas nos ofrecen la oportunidad de paliar el dolor y los síntomas de enfermedad en estos casos, si bien hemos de ser conscientes de que al hacerlo, estamos empeorando todavía más nuestra salud global. Es una decisión que debe hacerse conscientemente, conociendo los verdaderos pros y contras; es el eterno dilema entre vivir más tiempo pero sufriendo, o vivir menos pero sin sufrir.